El Tiempo de Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza (que este año cae en 5 de marzo). Este día comenzamos un tiempo de penitencia y conversión, renovación, preparación, para poder celebrar la Pascua con el alma más ardiente y cercana a Dios.
El Miércoles de Ceniza NO es un día de precepto ni se celebra nada en especial, solo es el día que empieza la Cuaresma y, en las misas del día, se hace el gesto penitencial de la imposición de la ceniza (se impone sobre la cabeza, no se restriega o unge en la frente), un gesto que nos llama a la humildad y nos recuerda que solo Dios es grande y nos da la vida: "[Recuerda que] polvo eres y en polvo te convertirás" o "Conviértete y cree en el Evangelio". En nuestra Parroquia Espíritu Santo, el horario de la celebración eucarística es el habitual de un miércoles: 08.30, 10.30 y 19.00h.
El tiempo litúrgico de la Cuaresma no tiene una fecha fija, cambia según el año. Esto es porque en nuestra cultura utilizamos el "calendario gregoriano" y, sin embargo, la fecha de la Pascua se fija según el "calendario lunar". Los tiempos de Cuaresma y Pascua (con sus fiestas) dependen del en que se celebra la Resurrección de Cristo: la Cuaresma dura unos cuarenta días hacia atrás, y la Pascua unos cuarenta días hacia adelante.
El calendario gregoriano (corrección del siglo XVI al calendario Juliano) se basa en un año solar de 365 días dividido en 12 meses de 30/31 días y al que, de vez en cuando se le hacen unos ajustes (años bisiestos).
El calendario lunar se mide con las fases de la luna y no las del sol: tiene también 12 meses pero de sólo 29 días, que es lo que dura el ciclo completo de la luna (cuando pasa por todas sus fases). El resultado es que en el calendario lunar los meses son más cortos, el año resulta ser solo de 354 días, y va desajustándose del ritmo del sol. Hay culturas que hacen apaños de vez en cuando al calendario lunar (como por ejemplo la cultura china que añade de vez en cuando un mes extra para ajustarse mejor a las estaciones y al ciclo solar) y hay otras que no hacen ningún ajuste (como, por ejemplo, muchas culturas islámicas, por eso su contabilidad de años es tan diferente).
El día de la Pascua judía se fija según el calendario judío, que es lunar pero con ajustes para cuadrarlo con el solar (calendario lunisolar). Según este calendario, la Pascua es el día 15 del mes de Nisán, que es el día de la primera luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.
Esto, trasladado a nuestro calendario gregoriano, viene a ser, en este 2025, al anochecer del domingo 13 de abril. Los judíos empiezan a celebrar la Pascua ese mismo día, pero los cristianos la recolocamos un poco para ajustarla a los días de la Semana Santa. Así pues, para no adelantarnos a la luna llena, nosotros hemos distribuido las fiestas de Semana Santa y Pascua en los días siguientes al 12/13 de abril. Así que el jueves Santo será el 17 de abril, el Viernes Santo el 18, y el Sábado Santo el 19.